Japón es conocido por su amplia variedad de tés, cada uno con características únicas que pueden variar según la región donde se cultiven. Además, los productores japoneses están constantemente experimentando y creando nuevas formas de elaborar té, por lo que la lista de tipos tradicionales está en constante evolución.
Matcha
El matcha es probablemente el té en polvo japonés más famoso y emblemático. Se cree que este tipo de té fue uno de los primeros en ser consumidos en Japón tras su llegada desde China hace siglos. Para obtener matcha, las hojas de té se cuecen al vapor y se secan cuidadosamente antes de molerse lentamente en molinos de piedra, dando lugar a un polvo fino y brillante.
En la preparación tradicional, el matcha se bate con un batidor de bambú dentro de un cuenco especial llamado chawan, mezclándose con agua caliente (aproximadamente a 80ºC). Esto crea una bebida cremosa y espumosa con un intenso color verde. Actualmente, el matcha se ha popularizado también como ingrediente en postres y otros alimentos, aunque para estos usos se suele emplear un matcha de calidad inferior, producido a partir de hojas menos selectas y molido con máquinas industriales.
Sencha
El sencha es el té más consumido en Japón en la actualidad, aunque su método de producción tal como lo conocemos se desarrolló en 1738. Su nombre significa literalmente “té hervido”, ya que antiguamente se preparaba hirviendo las hojas, y el término solía usarse para referirse al té en general.
Este té debe su creación a Nagatani Souen, un cultivador de Uji que tras 15 años de experimentación logró perfeccionar el proceso. A diferencia de otros tés verdes que se fríen para detener la oxidación, el sencha se cuece al vapor, lo que conserva su frescura y sabor. Luego, las hojas se enrollan y se secan, adquiriendo una forma alargada característica. Si las hojas se cultivan bajo sombra antes de la cosecha, el té resultante se llama kabuse sencha.
Gyokuro
Creado en 1835, el gyokuro es un té de alta calidad producido a partir de hojas que se cubren para protegerlas del sol durante aproximadamente tres semanas antes de ser cosechadas. Esto da lugar a un sabor más dulce y profundo, y un color verde oscuro que le ha valido el nombre de “rocío de jade”. En sus orígenes, el sombreado se hacía con pajas y tallos de arroz, aunque hoy se utilizan redes. Tradicionalmente se usan solo hojas de primavera para este té especial.
Bancha
Considerado un té más común y económico, el bancha se elabora con hojas más maduras y grandes, que suelen recolectarse después de las cosechas de sencha o gyokuro. Estas hojas se cuecen al vapor o se hierven durante más tiempo, dependiendo del tipo de bancha. Aunque no tiene la complejidad ni el aroma del sencha, existen muchas variaciones regionales que aportan sabores únicos. Además, el bancha es la base para otros tés populares como el hojicha y el genmaicha.
Genmaicha
Este té verde es una mezcla de bancha o sencha con arroz tostado, creada para abaratar costos y extender el consumo de té. Su aroma tostado y sabor a nuez lo han convertido en un favorito tanto en Japón como en el extranjero. En ocasiones, se le añade matcha para intensificar su color y sabor, resultando en el llamado matcha iri genmaicha.
Hojicha
La hojicha se distingue por ser un té verde tostado, elaborado con bancha, sencha o kukicha. Tras el proceso estándar de té verde, las hojas se tuestan a alta temperatura, lo que le confiere un aroma ahumado y un color marrón dorado en la infusión. Es un té cotidiano muy consumido en las comidas japonesas.
Kyobancha
Originario de Kyoto, este té asado se elabora con las hojas más viejas de la planta, recogidas en marzo. Las hojas se cuecen al vapor por más tiempo, se secan y luego se tuestan, produciendo un té con aroma ahumado y un sabor con toques a nuez moscada. Aunque se considera de calidad inferior, es valorado por su carácter distintivo.
Tencha
Poco común para beber directamente, el tencha se cultiva bajo sombra y es el ingrediente base para el matcha. No pasa por el proceso de enrollado, por lo que su sabor es muy delicado y suave.
Kukicha
Hecho a partir de los tallos que se separan en la producción de otros tés, kukicha tiene un sabor suave y es fácil de preparar, sin volverse amargo. Su nombre proviene de la palabra japonesa para “tallo”.
Konacha
Konacha es un tipo de té japonés formado por partículas muy pequeñas y polvo de té. Generalmente, este té proviene de los restos o fragmentos que quedan después de procesar otros tés más finos. Por su tamaño y textura, es comúnmente utilizado para preparar bolsitas de té, siendo práctico para infusiones rápidas y sencillas.
Kamairicha
El Kamairicha es un té verde japonés que se seca y se procesa con calor directo en sartenes o cacerolas, en lugar del tradicional método de vapor. Este método único le da un sabor particular y diferente. Dependiendo de la técnica usada para enrollar las hojas, pueden tomar dos formas: algunas quedan rizadas (llamadas tamaryokucha) y otras alargadas y rectas como agujas (kamanobicha).
Sanpincha
Sanpincha es un té verde japonés aromatizado con flores de jazmín, una tradición que llegó desde China. Es muy popular especialmente en la región de Okinawa, donde se disfruta por su fragancia delicada y su sabor suave que combina el té verde con la frescura floral del jazmín.
Wakoucha
El Wakoucha es el té negro japonés, cuya producción comenzó en la era Meiji cuando Japón intentaba expandir su mercado al exterior. Aunque no fue muy popular históricamente dentro del país, hoy hay un renovado interés por este tipo de té, y algunos agricultores japoneses están aumentando su producción para satisfacer esa demanda creciente.
Tés fermentados
Menos conocidos, pero con una historia muy antigua, los tés fermentados japoneses se elaboran principalmente en la isla de Shikoku. Estos tés se hacen dejando crecer las hojas hasta verano, luego se hierven y se someten a un proceso de fermentación que puede durar semanas o meses, dependiendo de la variedad. Entre los más conocidos están el Goishicha, el Awabancha y el Kuroishizucha, cada uno con sabores únicos derivados de sus métodos y bacterias específicas usadas para fermentar.
Y vos, ¿los conocías? ¿te da curiosidad probarlos?