Es habitual que utilicemos la palabra "té" para referirnos de manera genérica a cualquier infusión caliente preparada con hierbas, flores o frutas. Sin embargo, lo que muchos llamamos "té" no siempre lo es en sentido estricto. Las tisanas, por ejemplo, suelen ser confundidas con el té, aunque en realidad no contienen hojas de Camellia sinensis, la planta que da origen al verdadero té. Estas bebidas, más bien, son infusiones de otros ingredientes naturales que, si bien pueden ser igualmente reconfortantes y aromáticas, no pertenecen a la familia del té propiamente dicho.
ORIGEN Y BASE DE LA BEBIDA
Té: El té proviene exclusivamente de las hojas de la planta Camellia sinensis. Dependiendo de cómo se procesen las hojas, se obtienen diferentes tipos de té, como el té verde, negro, blanco, oolong y pu-erh (esto lo hablaremos en otro artículo).
Tisana: Las tisanas, en cambio, no contienen hojas de té. Se elaboran a partir de una mezcla de hierbas, flores, frutas, especias o incluso cortezas de plantas. Algunos ejemplos comunes son la manzanilla, la menta, el rooibos o jazmín.
CONTENIDO DE CAFEÍNA
Té: La mayoría de los tés contienen cafeína, aunque la cantidad varía según el tipo. Por ejemplo, el té negro suele tener más cafeína que el té verde, mientras que el té blanco tiene menos.
Tisana: Las tisanas son naturalmente libres de cafeína, lo que las convierte en una excelente opción para quienes buscan una bebida relajante antes de dormir o para aquellos que quieren evitar la cafeína.
SABOR Y AROMA
Té: El sabor del té puede variar desde suave y floral (como el té blanco) hasta intenso y robusto (como el té negro). Su perfil de sabor está influenciado por el tipo de hoja y su procesamiento.
Tisana: Las tisanas ofrecen una amplia gama de sabores, desde dulces y afrutados hasta herbales y especiados. Su sabor depende completamente de los ingredientes utilizados, como la manzanilla (suave y floral) o el jengibre (picante y reconfortante).
PROPIEDADES Y BENEFICIOS
Té: Además de ser una bebida deliciosa, el té es conocido por sus propiedades antioxidantes y su contenido de L-teanina, un aminoácido que promueve la relajación. Cada tipo de té tiene sus propios beneficios, como el té verde, que es famoso por sus propiedades digestivas y energizantes.
Tisana: Las tisanas son apreciadas por sus propiedades medicinales y relajantes. Por ejemplo, la manzanilla o la valeriana son conocidas por ayudar a conciliar el sueño, mientras que el jengibre es ideal para aliviar malestares estomacales.
PREPARACIÓN
Té: La preparación del té requiere atención al tiempo y la temperatura del agua para evitar que se vuelva amargo. Por ejemplo, el té verde se infusiona mejor con agua a 70-80°C durante 2-3 minutos.
Tisana: Las tisanas suelen ser más flexibles en su preparación. Generalmente se infusionan con agua hirviendo y se dejan reposar entre 5 y 10 minutos, dependiendo de la intensidad de sabor que se busque.
Aunque usamos la palabra "té" para referirnos a muchas bebidas calientes, es importante distinguir entre el té verdadero y las tisanas. El té, con su origen en la planta Camellia sinensis, ofrece una experiencia única con cafeína y sabores tradicionales. Por otro lado, las tisanas, libres de cafeína y con una gran variedad de sabores, son perfectas para momentos de relajación o para explorar combinaciones creativas.
¿Y vos qué preferís té o tisana?