Hay muchas formas de extraer el poder de las plantas, y una de las más potentes y prácticas son las tinturas madre. Si alguna vez viste esos frasquitos con cuentagotas y te preguntaste para qué sirven, este post es para vos. Te contamos qué son, cómo se hacen y por qué pueden convertirse en tus grandes aliadas.

¿Qué es una tintura madre?

Es una preparación líquida concentrada, que se hace macerando plantas (generalmente secas) en una mezcla de alcohol y agua durante varias semanas. Ese alcohol extrae los principios activos de la planta, conservando sus propiedades por mucho tiempo.

Son súper prácticas: con solo unas gotas podés llevarte el poder de una planta a donde vayas.

¿Qué plantas se usan?

¡Casi todas! Depende de lo que necesites. Algunas clásicas:

  • Valeriana: para dormir mejor.

  • Melisa: calma los nervios.

  • Cardo Mariano: apoyo para el hígado.

  • Echinacea: fortalece el sistema inmune.

  • Lavanda: relajante, también para dolores digestivos.

En Yuya, muchas de las hierbas que tenés en blend o tisana también pueden prepararse como tintura. Todo depende del uso que le quieras dar.

¿Y por qué usar tintura y no infusión?

Las tinturas son más concentradas, más duraderas y más fáciles de dosificar.
Además:

  • No necesitan frío.

  • Duran años si están bien guardadas.

  • Se absorben rápido (especialmente si se toman bajo la lengua).

¿Y cómo se usan?

Siempre en gotitas. Se puede tomar:

  • Directamente debajo de la lengua.

  • En un poco de agua, té o jugo.

La cantidad depende de la planta y del caso, pero por lo general son entre 10 y 30 gotas, 2 o 3 veces al día.
Importante: Siempre es mejor consultar con alguien que sepa de fitoterapia o herboristería si vas a usarlas de forma continua.

¿Y cómo se hacen?

La versión casera (muy resumida) sería:

  1. Colocar la planta seca en un frasco de vidrio.

  2. Cubrir con una mezcla de alcohol y agua (70-80% alcohol, 20-30% agua).

  3. Dejar macerar por 3 a 6 semanas, agitándolo cada tanto.

  4. Filtrar y guardar en frasco oscuro con gotero.

Importante: se usa alcohol apto para consumo (como etílico o de cereal), no el que se usa para curar heridas.